Emancipadas y Emancipadoras

La muestra Emancipadas y Emancipadoras exhibida en el Centro Cultural de España y curada por la comunicadora y antropóloga visual Karen Bernedo.

La exposición se origina como una investigación sobre las mujeres que participaron en la independencia del Perú y cuyo trabajo ha sido continuamente invisibilizado a lo largo del relato oficial de la independencia del Perú. 

Mediante el empleo de diferentes técnicas como la pintura, el bordado, la fotografía, la performance, etc. la invisibilización al papel de la mujer en la gesta independentista Perú -  práctica común - la muestra de Bernedo busca revertir esta situación.

Una de las historia abordadas y en la muestra, y de hecho una de las más invisibilizadas, es el de La caravana de la muerte.

La historia de la Caravana de la muerte se remonta a periodo virreinal del Perú, en específico a la Revolución de Túpac Amaru II quien se rebela en el Cuzco por los abusos de los españoles y ahorca al Corregidor Arriaga. El Virrey Jàuregui envía tropas al Cuzco comandadas por el Capitán Gabriel Aguilar quien logra controlar el avance de las tropas rebeldes mientras espera la llegada de un mayor numero de tropas. Tras la llegada del Visitador Arreche, las huestes ibéricas con el apoyo de Mateo Pumacahua, vencen a los levantados, en las batallas de Checacupe y Combapata, lo que desemboca en el ajusticiamiento cruel de Tùpac Amaru II, de su esposa y de otros dirigentes indígenas que murieron igualmente descuartizados. Como resultado de la persecución política en junio de 1873 fueron condenadas al destierro en México y España a 92 mujeres que colaboraron en la revuelta, de ellas unas 17 eran niñas. 

La caravana de la muerte partió del  Cuzco a Lima, caminando a pie y descalzas los 1,400 Kms. que unen Cuzco y Lima. Partieron el 1º de Octubre de 1783 de la Ciudad Imperial y llegaron a Lima en Diciembre del mismo año. De las mujeres y niñas que salieron del Cuzco, solo 15 llegaron a su destino, las demás murieron por enfermedad, por hambre, por fatiga, por las inclemencias del clima y la falta de ayuda médica y humanitaria ante las condiciones adversas del viaje. En el Panteón de los Próceres en el Parque Universitario una placa conmemorativa honra la memoria, de estas mujeres que fueron victimadas por dar su mejor esfuerzo en la lucha independentista y en la construcción de la nación peruana 

Instalación de Carolina Estrada. Foto: Jorge Vásquez.


La instalación de Estrada trae a la memoria a la Caravana de la muerte, y hace uso de una tela transparente con aplicaciones plateadas. Es importante destacar la decisión mostrar la tela en el suelo, como en una procesión; y sobre todo, las cadenas al final de ella. Finalmente, insertas en la tela se encuentran pequeños pedazos de papel que podrían representar a cada una de las 92 mujeres de la caravana.

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